Bajo la cubierta, vibro con una intensidad silenciosa—la fuerza oculta que impulsa este yate mientras surca la superficie del océano. La luz del sol brilla sobre las olas, y con cada pulso constante de energía que envío a los motores, la embarcación se desliza hacia adelante, su casco cortando el agua en un arco suave e ininterrumpido.